26 de octubre de 2011

Significado de las plantas en el lenguaje del amor.

Desde mucho tiempo atrás, las flores han sido un noble medio para dar a conocer y transmitir sentimientos. El lenguaje de las flores comenzó en Constantinopla en el año 1600 y se introdujo en la cultura occidental en el año 1716, cuando María Wortley Montagu, que había vivido un tiempo en Turquía con su marido, llevó este lenguaje a Inglaterra.
No tardó mucho en despertarse el interés por el significado de las flores, y rápidamente esta pasión se propagó a Francia, donde se escribió precisamente un libro con el título Le Langage des Fleurs, que fue considerado bastante atrevido, ya que junto con las 800 muestras florales, algunas de las descripciones resultaron escandalosas y tuvieron que ser limitadas a la traducción inglesa de la obra, dicen que por respeto a la reina.
La verdadera época de esplendor del lenguaje de las flores fue el Romanticismo, cuando se utilizaban para que los amantes se comunicaran. La capacidad de hablar de las flores a través de sus formas, colores y aromas, era un secreto que las madres legaban a sus hijas y un medio para comunicar numerosos sentimientos: vida, belleza, desánimo, muerte, soledad... pero sobre todo amor.
Teniendo en consideración estas raíces históricas, existe un lenguaje popular asociado a las flores y una alternativa para cada ocasión, pero además ese mensaje se completa no sólo con la flor que se obsequie sino además en la forma en que ésta se presente; es así que si regalas un ramo de flores atadas con un lazo hacia la izquierda, significa que los sentimientos expresados se refieren al remitente, en cambio si va a la derecha, hacen referencia al destinatario.
Además, el mensaje cambia en función de si la flor está abierta o en botón y la posición en que se ofrece, ya que si esta al revés, su significado positivo se invierte, de modo que la flor ahora representa lo contrario.
Debido a que las flores expresan diferentes sentimientos, no se pueden regalar a la ligera, por lo que hay que considerar tres aspectos al momento de obsequiarlas:
a) Lo que representa cada una.b) Qué es lo que se quiere comunicar.c) Cuál es la flor preferida de la persona a la que se le va a regalar.e) De igual manera, a la hora de comprar flores, debes tener muy en cuenta el color de las mismas, ya que éstos provocan ciertas actitudes y emociones que afectan a lo más profundo de la psique humana.




¿Cómo practicar el amor?




La práctica de cualquier arte tiene ciertos requisitos generales, independientes por completo de que el arte en cuestión sea la carpintería, la medicina o el arte de amar. En primer lugar, la práctica de un arte requiere disciplina. Nunca haré nada bien si no lo hago de una manera disciplinada; cualquier cosa que haga sólo porque estoy en el "estado de ánimo apropiado", puede constituir un "hobby" agradable o entretenido, mas nunca llegaré a ser un maestro en ese arte. Pero el problema no consiste únicamente en la disciplina relativa a la práctica de un arte particular (digamos practicar todos los días durante cierto número de horas), sino en la disciplina en toda la vida. Podía pensarse que para el hombre moderno nada es más fácil de aprender que la disciplina. ¿Acaso no pasa ocho horas diarias de manera sumamente disciplinada en un trabajo donde impera una estricta rutina? Lo cierto, en cambio, es que el hombre moderno es excesivamente indisciplinado fuera de la esfera del trabajo. Cuando no trabaja, quiere estar ocioso, haraganear, o, para usar una palabra más agradable, "relajarse". Ese deseo de ociosidad constituye, en gran parte, una reacción contra la rutinización de la vida. Precisamente porque el hombre está obligado durante ocho horas diarias a gastar su energía con fines ajenos, en formas que no le son propias, sino prescritas por el ritmo del trabajo, se rebela, y su rebeldía toma la forma de una complacencia infantil para consigo mismo. Además, en la batalla contra el autoritarismo, ha llegado a desconfiar de toda disciplina, tanto de la impuesta por la autoridad irracional como de la disciplina racional autoimpuesta. Sin esa disciplina, empero, la vida se torna caótica y carece de concentración.

Otra condición para aprender cualquier arte es una preocupación suprema por el dominio del arte. Si el arte no es algo de suprema importancia, el aprendiz jamás lo dominará. Seguirá siendo, en el mejor de los casos, un buen aficionado, pero nunca un maestro. Esta condición es tan necesaria para el arte de amar como para cualquier otro. Parece, sin embargo, que la proporción de aficionados en el arte de amar es notablemente mayor que en las otras artes.

La facultad de pensar objetivamente es la razón; la actitud emocional que corresponde a la razón es la humildad. Ser objetivo, utilizar la propia razón, sólo es posible si se ha alcanzado una actitud de humildad, si se ha emergido de los sueños de omnisciencia y omnipotencia de la infancia.

La capacidad de amar depende de la propia capacidad para superar el narcisismo y la fijación incestuosa a la madre y al clan; depende de nuestra capacidad de crecer, de desarrollar una orientación productiva en nuestra relación con el mundo y con nosotros mismos. Tal proceso de emergencia, de nacimiento, de despertar, necesita de una cualidad como condición necesaria: fe. La práctica del arte de amar requiere la práctica de la fe.

El amor es un arte.






Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama, observa, ve... Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor... Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las frutillas nada sabe acerca de las uvas.
PARACELSO.
El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos partes: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica. Si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos relativos al cuerpo humano y a las diversas enfermedades. Una vez adquirido todo ese conocimiento teórico, aún no soy en modo alguno competente en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo después de mucha práctica, hasta que eventualmente los resultados de mi conocimiento teórico y los de mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la esencia del dominio de cualquier arte. Pero aparte del aprendizaje de la teoría y la práctica, un tercer factor es necesario para llegar a dominar cualquier arte -el dominio de ese arte debe ser un asunto de fundamental importancia; nada en el mundo debe ser más importante que el arte. Esto es válido para la música, la medicina, la carpintería y el amor-. Y quizá radique ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura, a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en tan contadas ocasiones trata de aprender ese arte. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos y muy poca a aprender el arte del amor.


Amar es sentir cariño, unión, no solo material, sino espiritual, amar es sentir a la otra persona, y que esta te sienta a ti, amar no es tener un anillo de compromiso o estar unidos bajo el titulo de novios, amar es entregar tu vida a una persona, que la recibirá y la valorará como tu valorarías la suya, amar es pensar en otro sin llegar a la obsesión, amar no son 4 letras, amar es vivir.
Amar es pensar en tres: Tu, yo, nosotros...; amar no es el simple hecho de caricias y besos, amar es sentir en plenitud tu corazón, sentirlo lleno, de deseos, sentir cada latido fuertemente dentro de ti, sentir tu sangre corriendo en tus venas, dándote fortaleza para enfrentar cualquier reto.
Amar es gozar tu vida, pues sin amor no hay vida, todo el mundo ama a algo o a alguien, amamos a nuestros padres, a nuestro equipo de fútbol, a Dios, a la vida.
Pero no todos pueden amar a otra persona que de un momento a otro entra en su vida, para quedarse y no salir, para invadir su mente y corazón, sus acciones y pensamientos, para que la mires todo el tiempo, desde la ventana de tu corazón.
El primer amor quizás es el amor verdadero, no lo sé, aun no vivo lo suficiente, pero en 14 años de vida me he dado cuenta que a partir de que te enamoras de alguien, tu vida no será igual. Dependerás de ella en cada momento, no podrás dormir, no podrás comer, no podrás pasar ni un solo instante de tu vida sin pensar en esa persona a la que ya has entregado tu corazón.
Amar no siempre es un sentimiento recíproco, amar puede dar vida pero también puede quitarla, el amor es peligroso cuando se transforma en odio y olvidas que tanto dependías de aquella persona a quien querías, y lo único que piensas es en perjudicarla.
Enamorarse no es amar, pues amar es eterno, enamorarse es mirar con perfección a tu pareja mientras que amar es comprender los defectos y virtudes de ella, amar no es buscar el paraíso, amar es estar en el paraíso.
El amor no es algo que se encuentra en un diccionario, o en el parque, el amor no se puede buscar, pues el amor llega a ti, tarde o temprano, el te encontrará, solo hay que darle tiempo al tiempo, aunque quizás algunos no encuentren amor, hasta que se reúnan con los Ángeles en el reino del cielo.
Amar obsesionadamente, no es amar, como dice el refrán: si en verdad quieres a alguien déjala ir, y si es para ti volverá, sino, nunca lo fue.
Solo recuerda que las cosas pasan por alguna razón, lo malo trae algo bueno, y a veces lo bueno tiene algo malo, solo depende de tu perspectiva de la vida, nunca veas solo el lado negativo de las cosas, ni tampoco solo veas el positivo.
Lo que tienes que hacer es fijarte en ambas partes, valorar las cosas positivas que resultaron de tus acciones y corregir las cosas negativas, pues solo de esta manera podrás crecer espiritual y mentalmente.
Las lágrimas son el consuelo del alma, son el parche de las penas, son la expresión del corazón, lloras cuando pierdes a un ser querido o cuando un amor no es correspondido, pero son mejores las lágrimas que derramas cuando te llenas de alegría porque tus sueños son realidades, tus deseos son acciones, y tu amor es real, no de ficción.
Recuerda que solo se vive una vez, ama sin límites, sin fronteras o temores.
Ama y deja que te amen, vive tu vida poniendo amor en todo lo que haces y espera que el destino te de aquella persona a quien vayas a amar eternamente, pues cuando ésta llegue tu corazón se dará cuenta y te lo dirá.
Pero no significa que te sientes a esperar, significa que tendrás que conocer gente, que te llenará de experiencias, las cuáles te harán crecer y aprender.
La mayoría solo serán enamoramientos pasajeros, que no dejan huella, pero sí dejan rencores, que lo único que hacen es amargar tu vida, pero tú dales la espalda, vive con el corazón no con la mente, piensa antes de actuar y no después de pagar, no lastimes corazones ajenos, pues corazones ajenos te lastimarán a ti.

25 de octubre de 2011

Una Historia Sobre el Amor

Sin lugar a dudas, el amor es un sentimiento que ha logrado increibles cosas en varias disciplinas, y en muchos aspectos continua siendo un misterio que el hombre y la mujer sienten la necesidad de descubrir. Para los filosofos griegos de la antiguedad, esto no cambia y prueba de esto está en un obra literaria que goza de gran fama: El banquete.

En esta obra escrita por Platón en forma de diálogo, se cuenta como diversos personajes como Fedro, Aristófanes, Sócrates y Agatón, se reunen en casa de éste último, para tratar los temas concernientes al amor y rendirle todos un homenaje a Eros, el dios griego de este grandioso sentimiento. Sin embargo una historia muy hermosa y fantástica es la que comparte Aristófanes con el resto de los asistentes al festín, la cual es el mito del amor que a continuación presentamos:

En otro tiempo, la naturaleza humana era muy diferente a lo que es hoy. Primero, habia tres clases de hombres, los dos sexos que ya conocemos y un tercero, compuesto de estos dos, el cual ha desaparecido conservandose solo el nombre. Se llamaba andrógino, pues unia al hmbre y a la mujer en un solo ser. Segundo, los hombres tenian formas redondas con la espalda y los costados en forma de círculo. Tenía cuatro manos, mismo número de pies que de manos y dos rostros perfectamente iguales sobre un cuello circular. Y sobre estos dos rostros, situados en direcciones opuestas, una sola cabeza, y además cuatro orejas, dos órganos sexuales, y todo lo demás. Eran también extraordinarios en fuerza y vigor y tenían un inmenso orgullo, hasta el punto de que conspiraron contra los dioses intentaron subir hasta el cielo para atacarlos. Entonces, Zeus y los demás dioses deliberaban sobre qué debían hacer con ellos y no encontraban solución. Porque, ni podían matarlos y exterminar su linaje, fulminándolos con el rayo como a los gigantes, pues entonces se les habrían esfumado también los honores y sacrificios que recibían de parte de los hombres, ni podían permitirles tampoco seguir siendo insolentes.
Tras pensarlo detenidamente dijo, al fin, Zeus: “Me parece que tengo el medio de cómo podrían seguir existiendo los hombres y, a la vez, cesar de su desenfreno haciéndolos más débiles. Ahora mismo, dijo, los cortaré en dos mitades a cada uno y de esta forma serán a la vez más débiles y más útiles para nosotros por ser más numerosos; andarán en dos piernas, y si no quieren permanecer tranquilos los dividiré de nuevo y tendran que dar saltos en una sola pierna. Dicho esto, cortaba a cada individuo en dos mitades,y así, una vez que fue seccionada en dos la forma original, añorando cada uno su propia mitad se juntaba con ella y rodeándose con las manos y entrelazándose unos con otros, deseosos de unirse en una sola naturaleza,como era su forma original.

Cada hombre y cada mujer vagaria por el mundo buscando sin descansar a la mitad de su cuerpo y cuando finalmente la encontraba, se dice que estan juntos por fin.


Fuente:
PLATÓN, Diálogos II Fedro, El banquete, Gorgias; Grupo Editorial Tomo, México, D.F., pp 142 a 146.

EL AMOR EN EL ISLAM (parte 2)

Para el misticismo musulmán, todo amor en este mundo-hablando en términos metafísicos- es esencialmente divino, y esto es cierto tanto para el amor que una leona tiene por sus crías como para el de un hombre por su pareja, sin mencionar objetos menos animados, tales como el amor de un árbol por la tierra que lo alimenta o el amor cósmico que mantiene a los planetas en órbitas o hace que el sol brille con luz resplandeciente sobre todos los seres de este mundo. Lo que es verdad sobre el amor en este mundo también lo es para la Sabiduría y aún el Poder; todos emanan de sus raíces divinas en Dios, el Amor, la Sabiduría y el Poder Divino.
Dice el Sagrado Corán: "Dios es Amor (Uadud)" "A quienes hayan creído y hecho buenas acciones, el Compasivo les dará amor".
Dice un hadizQudsi: "No cesa de acercarse Mi siervo a Mi, por medio de sus actos de adoración y las buenas acciones, hasta que lo ame (especialmente), y cuando lo amo, soy los oídos con que él escucha, los ojos con los que ve, la lengua con la que habla y la mano con la que agarra".
De los ciento catorce capítulos que contiene el Sagrado Corán, 113 comienzan en el Nombre de Dios, El Clementísimo, El Misericordiosísimo.
Un hadiz del Profeta Muhammad (BPD) nos enseña que la Misericordia de Dios, tiene cien partes (infinitas), de una de ellas proviene todo el amor que se profesan las madres a sus hijos, los amantes y los animales en este mundo, etc, las otras noventa y nueve las reserva Dios para los creyentes en la otra vida.
Existe una tradición islámica que se remonta al sexto Imam de la escuela shii, Ya’far As-Sadiq (702-765), la paz sea con él.-citada en la colección Al Kafifi’ilmidin, de Abu Ya’far Muhammad IbnYaqub al Kulaini (m.939), compuesta de 16.099 hadices-, y que expresa que hay tres clases de fe: la del temeroso o esclavo, la del comerciante o interesado y la del amante, el libre, el agradecido.
La primera está supeditada al castigo, la segunda supeditada a la recompensa y la tercera al amor a Dios mismo, desinteresadamente, sin ningún interés fuera de él. Obviamente, la primera es la más débil.
Numerosos sabios musulmanes han desarrollado esta temática que se ha extendido al campo cristiano.
Rabi’a de Basora o Rabi’a al Adawiyya (713?-801) nació en Basora (Irak) en el seno de una familia pobre. Fue una mujer piadosa que a pesar de su belleza inusitada se despreocupó de su vida mundanal, dedicándose exclusivamente al ascetismo y gnosticismo del Islam. Poetisa, una de sus súplicas expresa su profundo pensamiento relacionado con la fe del amante:



« ¡Oh mi Señor!, si te adoro por miedo del Infierno,
quémame en el Infierno,
y si te adoro por la esperanza del Paraíso,
Exclúyeme de él,
Pero si te adoro por Ti mismo
No me apartes de Tu belleza eterna»
(Margaret Smith: Rabi’a the mystic and her Fellow-Saints in Islam, Cambridge, 1928, pagina 30)






EL AMOR EN EL ISLAM (parte 1)

Sabido es que en el Islam no existe tal división entre lo sagrado y lo profano (de pro delante, fuera y anum templo), como dos ámbitos separados El Sagrado Corán dice: "No hay nada en los cielos y en la tierra que no glorifique a Dios". Conocida es la tradición profética que considera a toda la tierra un lugar de adoración a Dios. La creación es la sombra de Dios, como una imagen mental que no tiene ninguna independencia de la mente que la concibe, así todo el mundo depende esencialmente de Dios y todo manifiesta Su Existencia. Por lo tanto el amor humano que se profesan los amantes no es sino una manifestación del amor divino, pero con la salvedad los hombres pueden caer en la ilusión de no « ver» el vínculo con el Amor de Dios. Veamos como en el Sagrado Corán el amor está considerado un signo de Dios y es El quien establece el amor conyugal.
Y entre Sus signos está el haberos creado de esposas nacidas de vosotros, para que os sirvan de quietud, y el haber suscitado entre vosotros el afecto y la bondad. Ciertamente, hay en ellos signos para gente que reflexiona, (Sagrado Corán 30:21).
Dijo el Profeta (BPD): "No hay institución más amada para Dios que la del matrimonio".
También del Profeta (BPD): "Quien se casa ha completado la mitad de su din (religión o modo de vida sagrado), que tenga piedad en la mitad restante".
"Quien quiera encontrar a Dios con un corazón puro que se case"
Cuando el Profeta le preguntó a Ali (P), su primo y yerno cómo había encontrado a su hija Fátima como esposa, Ali le contestó: « la mejor manera de acercarme a Dios» .
Américo Castro (España en su historia, Grijalbo, Madrid, 1983) afirma: « Para la literatura religiosa o moral de la Edad Media cristiana, la mujer simbolizó el pecado; en la literatura árabe del mismo tipo la mujer fue, a menudo, un incentivo en la marcha hacia Dios» .
En la doctrina islámica como vemos el matrimonio es una parte esencial del desarrollo de la persona, tanto física, psicológica, moral y espiritualmente. La mayor perfección de la persona, la mayor cercanía a Dios se alcanzas en el matrimonio, no en el celibato. Este último está condenado.
Cuando se habla de amor en el marco de una religión en la cultura occidental puede llegar a pensarse rápidamente en el cristianismo, pero difícilmente, alguien podría relacionarlo con el Islam, sin embargo, esto último no debería ser así. Por el contrario, el Islam posee una tradición riquísima sobre el amor y que , como veremos fue fuente de inspiración de corrientes cristianas de pensamiento en este sentido en el Renacimiento italiano y en el llamado Siglo de Oro español.

El Hombre como objeto del amor

Cualquier teoría del amor debe comenzar con una teoría del hombre, de la existencia humana. Si bien encontramos amor, o más bien, el equivalente del amor, en los animales, sus afectos constituyen fundamentalmente una parte de su equipo instintivo, del que sólo algunos restos operan en el hombre. Lo esencial en la existencia del hombre es el hecho de que ha emergido del reino animal, de la adaptación instintiva, de que ha trascendido la naturaleza -si bien jamás la abandona y siempre forma parte de ella- y, sin embargo, una vez que se ha arrancado de la naturaleza, ya no puede retornar a ella, una vez arrojado del paraíso -un estado de unidad original con la naturaleza- querubines con espadas flameantes le impiden el paso si trata de regresar. El hombre sólo puede ir hacia adelante desarrollando su razón, encontrando una nueva armonía humana en reemplazo de la prehumana que está irremediablemente perdida.

Cuando el hombre nace, tanto la raza humana como el individuo, se ve arrojado de una situación definida, tan definida como los instintos, hacia una situación indefinida, incierta, abierta. Sólo existe certeza con respecto al pasado, y con respecto al futuro, la certeza de la muerte.

El hombre está dotado de razón, es vida consciente de sí misma; tiene conciencia de sí mismo, de sus semejantes, de su pasado y de las posibilidades de su futuro. Esa conciencia de sí mismo como una entidad separada, la conciencia de su breve lapso de vida, del hecho de que nace sin que intervenga su voluntad y ha de morir contra su voluntad, de que morirá antes que los que ama, o éstos antes que él, la conciencia de su soledad y su "separatidad" *, de su desvalidez frente a las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad, todo ello hace de su existencia separada y desunida una insoportable prisión. Se volvería loco si no pudiera liberarse de su prisión y extender la mano para unirse en una u otra forma con los demás hombres, con el mundo exterior.
El amor es una actividad, no un afecto pasivo; es un "estar continuado", no un "súbito arranque". En el sentido más general, puede describirse el carácter activo del amor afirmando que amar es fundamentalmente dar, no recibir.

24 de octubre de 2011

LA CIENCIA LO COMPROBO: EL AMOR EXISTE


En lo personal, no necesito ninguna prueba científica para creer en el amor, de hecho, soy de las convencidas que creen que es lo único real. Sin embargo, el referido estrictamente a la pareja, siempre ha sido materia de discusión: que si es posible, que si perdura a través de los años, o si se va desvaneciendo con el paso de los años.

Pues bien, parece que este tema ha sido el material central de análisis de un equipo de investigadores de la Universidad de Stony Brook, en Nueva York, Estados Unidos.

Este grupo de científicos ha analizado a través de estudios con escánares cerebrales, las reacciones químicas de un pequeño número de parejas, y ¿qué encontraron? Pues que respondían con mayor o igual pasión tras 20 años de relación como la primera vez, es decir, como aquellas parejas que hacían poco tiempo estaban juntas.



Según puplicó la versión digital de Times, a pesar de que el amor y el deseo sexual va disminuyendo con el paso de los años, los científicos han revocado estas conclusiones dando a conocer que el amor sí puede ser para toda la vida.

Para llegar a esta conclusión los investigadores escanearon el cerebro de varias parejas que llevaban juntos 20 años y las compararon con los resultados de otras parejas que recién habían empezado una relación.

Encontraron que una de cada diez parejas maduras tenían la misma reacción química que las parejas que estaban en la primera etapa de su relación.

Sin embargo, la investigación también aseguró que la primera fase del amor es como un viaje en montaña rusa que empieza a descender a los 15 meses.

No obstante, este estudio corroboró, desde una óptica científcia, que sí es posible mantener el mismo nivel de amor hacia la pareja con el paso de los años, una discusión que seguirá dando que hablar.




Fuente: http://www.vitadelia.com/miscelanea/la-ciencia-lo-comprobo-el-amor-existe